Gracias por visitar este blog

Bienvenido a mis humildes palabras :P

martes, 5 de octubre de 2010

~ Algo Profundo ~




Bien sabe Dios que a veces he intentado escribir algo profundo, me estrujo la mente e intento desentrañar el complejo misterio de la vida, o simplemente me pierdo en cosas filosóficas y tejo complicadas relaciones para, finalmente, atascarme en la urdimbre que sin darme cuenta he tejido a mi alrededor. Entonces comprendo que sería incapaz de hacerlo, porque cuando me siento ante el mar me quedo con la superficie lisa y gris que refleja el cielo encapotado y que, más tarde, al mediodía, resplandece de azul para, cuando se acerca el ocaso, irradiar los reflejos rosados del sol, sin preguntarme nunca qué hay debajo, si es profundo o es sólo un simple charco, si el monstruo está esperando a que me vaya para asomar su joroba triple o, si en el fondo, alguna barca con tres esqueletos de marineros muertos, atados a los palos para no abandonar, hacen resplandecer sus dientes y ondulan su ropa hecha jirones a merced de las corrientes, ¿Estará ella esperándome más allá de la corriente?

Bien sabe Dios que yo me quedo con la belleza de la superficie, que no doy para más, que tengo suficiente, que no paso de ahí, que estoy rendido ante la naturaleza, que nunca conseguiré escribir nada profundo porque no sé bucear, ni nadar…. Sólo contemplo extasiado los cambios que la luz del sol y el aire provocan en el agua, me absorbe… me lleva… me voy…

¿Dónde estás?... te sigo buscando… y solo consigo perderme a mí mismo en mis palabras sin sentido…

Jugaremos a vivir vidas paralelas, hasta que crucemos nuestros caminos, soñamos con vivir una vida más interesante… y en realidad sabes que lo único que necesitas es amar y sentirme amado…

¿Dónde estás?...

Y ahora, me pongo en la situación de hace una semana y sigo pensando que no te conoceré nunca…, y me sorprendo por haber llegado asustado, ¿Llegarás tu hacia mí?...

Y me da miedo pensar que te echaré en falta, pero a la vez sé que me tengo a mí mismo, rellenando las paredes de esta taberna con palabras, porque seguimos siendo dos desconocidos, soñándonos en la lejanía, escribiéndonos, leyéndonos.

¿Dónde estás…?